Ante un problema de salud pública multifactorial, como lo es la obesidad en infantes, cada sector de la sociedad comparte la responsabilidad de emprender acciones resolutivas desde las áreas en las que puede impactar.
Esto incluye al sector privado, sobre todo a empresas pertenecientes a la industria alimentaria, como La Cosmopolitana, que pueden incidir significativamente en la oferta de productos saludables en el mercado.
De acuerdo con Sonia Hernández Cordero, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), estas son algunas maneras en las que cada actor social puede aportar para disminuir esta enfermedad:
- Gobiernos. Implementar programas de prevención y promoción de estilos de vida saludables.
- Medios de comunicación. Fomentar campañas educativas sobre alimentación y actividad física.
- Comunidades. Crear y cuidar espacios seguros para el ejercicio y la recreación.
- Industria alimentaria. Ofrecer opciones saludables y reducir la publicidad de productos no nutritivos dirigidos a niños.
- Escuelas. Ofrecer menús saludables y educación nutricional.
- Familias. Crear entornos favorables con acceso a alimentos saludables y oportunidades de actividad física.
- Personal de salud. Promover la prevención y educar a la población sobre buenos hábitos alimenticios.
La obesidad infantil es un problema complejo, pero con acciones coordinadas entre familia, comunidad y gobierno, es posible reducir su prevalencia y mejorar la calidad de vida de las nuevas generaciones.