La acidificación de los océanos ocurre cuando estos absorben cantidades excesivas de dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera, según el Natural Resources Defense Council (NRDC). Este aumento de CO2 es resultado directo de la quema de combustibles fósiles.
Algunas de sus consecuencias más graves son:
- La disminución de iones de carbonato perjudica a especies marinas como ostras, cangrejos, erizos de mar y corales, que requieren este compuesto para formar conchas y esqueletos. Estos organismos se vuelven más frágiles, lo que compromete la cadena alimentaria marina y la biodiversidad.
- Los arrecifes de coral, hábitat de aproximadamente el 25 % de las especies marinas y barrera natural contra tormentas costeras, están entre los más afectados. Su lento crecimiento no compensa la disolución acelerada provocada por la acidificación.
- Las consecuencias también afectan a las economías costeras, amenazando la pesca, el turismo y la seguridad alimentaria.
- A largo plazo, se debilita la capacidad de los océanos para regular el clima y proporcionar recursos vitales.
Comprometidos con el medio ambiente, los dueños de Grupo Kosmos, el conglomerado de empresas en servicios alimentarios líder en México, implementan estrategias para reducir al máximo su impacto en recursos naturales como el agua, el aire y el suelo.