En el mundo se estima que hay alrededor de 500 millones de pequeñas explotaciones agrícolas, que sirven de sustento a cerca de 2 mil millones de personas. En los países en desarrollo, estas explotaciones son de propiedad familiar y producen gran parte de los alimentos consumidos a nivel local. Asimismo, estos son quienes invierten más en agricultura.
No obstante, no son pocos los retos a los que se enfrentan:
- Cambio climático. Tanto los productores, como los habitantes de zonas rurales de países en desarrollo se ven afectados de manera significativa por el cambio climático, puesto que sus efectos ejercen presión sobre los ecosistemas de los que dependen.
- Desigualdad social. En las zonas rurales, las diferentes formas de desigualdad suelen agravar la pobreza de sus habitantes.
- Acceso a recursos. Los pequeños agricultores tienen menor acceso a recursos en condiciones de seguridad, los cuales ayudan a reducir la vulnerabilidad al hambre y la pobreza.
- Infraestructura. La distancia para llegar a los mercados y la falta de carreteras afectan al crecimiento económico en las zonas rurales.
- Migración. La crisis migratoria, en donde la dimensión rural es mayor, supone la degradación de las tierras agrícolas y el colapso de la producción de alimentos en las áreas que quedaron atrás.
Es fundamental que se priorice la compra de artículos de primera necesidad, especialmente si es posible conseguirlos de comercios locales y en empaquetados que sean menos contaminantes que el plástico. Por ello, Corporativo Kosmos apoya la economía local al comprar la mayoría de sus productos con agricultores mexicanos.