Alguna vez te haz preguntado ¿Cómo es la elaboración del queso?

La producción de queso es una actividad artesanal que requiere no solo un gran conocimiento especializado, sino también una gran dosis de tacto y precisión.

1-El queso se elabora con leche fresca que se lleva dos veces al día desde la granja a las queserías. Las características de la leche ya son responsables del carácter final del queso.

2-La leche cruda se somete a pruebas especialmente intensas: si no se va a producir queso de leche cruda, la leche se termiza o pasteuriza suavemente.    

3-La leche se introduce en la cuba y se calienta lentamente mientras se remueve. A continuación, se añaden las bacterias del ácido láctico y el cuajo, que provocan la coagulación: el resultado de la coagulación es una masa gelatinosa.

4-Ahora entra en juego la lira de queso: con ella se corta la gelatina y se forma la cuajada. Estos granos determinan el tipo de queso: cuanto más pequeños son, más duro se vuelve el producto final.

5-Los granos de queso se agitan y se calientan: cuanto más duro sea el queso terminado, mayor será la temperatura. De esta manera, la cuajada se vuelve más y más firme.

6-La masa de queso se rellena en un molde con la firmeza deseada. Así, el suero de leche puede fluir a través de los orificios de la base. Además, todo el material es prensado para que se excrete aún más líquido.

7-El siguiente paso es el baño de sal: el queso flotante absorbe la sal y libera suero. Lentamente, se forma la corteza y su sabor se vuelve más intenso.

8-En la bodega de maduración el queso sufre algunos cambios: la corteza se forma, el interior cambia de color, aparecen agujeros y el queso se vuelve firme. A menudo un afinador refina el queso frotándolo con hierbas, mosto o vino blanco.

9-En la última fase, el queso se somete a varias pruebas. Lo que cuenta es la formación de agujeros, la calidad de la masa, el sabor y la apariencia. Después, el queso está listo para venderse.

El personal de Grupo Kosmos se encarga de revisar que los productos lácteos recibidos sean de la más alta calidad y provengan de productores de confianza, preferentemente de fabricantes locales, para brindar los mejores alimentos a sus clientes y consumidores finales.